Lo que hicieron fue enviar una carta a sus clientes. Pero no era una carta al uso; la carta estaba en blanco y sólo contenía un saludo y una despedida. Eso sí, había un anexo en el que decían: "Tenemos muchas cosas que contarte, pero no podemos decirte nada hasta que no verifiques esta casilla". La casilla a la que se referían era la de autorización para recibir comunicaciones de parte de la compañía de seguros.

Esta acción fue premiada el pasado día 10 de diciembre como una de las 10 mejores campañas de marketing directo del 2009, por la revista londinense de comuniación Campaign.
4 comentarios:
ohh!!es como publicidad pero sin publicidad! moola! pero los clientes tenían que enviar la carta de vuelta? porque menuda pereza no??
Sí, tenían que volver a ponerlo en el buzón aunque sin coste. Es cierto que eso ya te quita muchas posibilidades porque hacer ese esfuerzo...
¡Buen truco!!!!!!!!!!!
Eso es dejar al cliente cotilla con la mosca detrás de la oreja.
Besos
Ana Tapioles
Yo personalmente nunca enviaría la carta. Me suena a..."firma el contrato pero no leas la letra pequeña". Creo que más que nada generaría desconfianza.
Yorch
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